Publicar los datos en 2015
Nos reiremos dentro de 5 años cuando recordemos que en aquella época, es decir hoy en el año 2010, las administraciones públicas no publicaban sistemáticamente los datos de su funcionamiento.
Información de subcontrataciones
Nos reiremos también de la dificultad actual para saber de forma rápida qué compañías contrataban con las distintas administraciones y por qué importes y cuales eran los resultados. Nos reiremos entonces de las facilidades que esto suponía para los corruptos.
Nuevos servicios
Puestos a reirnos, nos reiremos de como era posible de que hubiera restricciones y dificultades para mezclar los datos públicos con los de nuestra propia empresa y así crear nuevos servicios más interesantes para los ciudadanos y consumidores. Y de la cantidad de empleo e impuestos que no existían por esta falta de publicación.
Control del sector público
Nos reiremos de aquellos miedos de la alta dirección pública a que se conociera con cierta exactitud cada una de sus decisiones y se midiera su impacto desde fuera de la propia administración, incluidos los propios ciudadanos.
Menos manipulación
Nos reiremos finalmente de como era posible que se dieran datos de la acción pública erróneos, obsoletos o tergiversados.
Desde el principio
Y también nos reiremos de como era posible que cuando se diseñaba un nuevo servicio público no se tuviera en cuenta que había que publicar los datos para los ciudadanos.
Ahorrando tiempo y dinero
Y de lo que más nos reiremos será de la cantidad de dinero y de tiempo que se desperdiciaba entonces por la falta adecuación de los servicios a las necesidades reales.
¿Nos reiremos verdad?
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