No hay día que no aprenda algo, y hoy saco estos dos términos a colación por que aunque no son directamente relacionados con la politica 2.0, que es el tema de este blog son tremendamente importantes para el llamado 2.0rismo.
El 2.0rismo es aquella tendencia que enuncia la enooorme importancia de la participación de usuarios y clientes en la estrategia empresarial (o de otro tipo de organizaciones). Este mismo oráculo vaticina que será diferencial, y que quienes lo adopten sobrevivirán y el resto serán condenados a la ignominia del fracaso empresarial.
Pues no. La participación de los clientes, su satisfacción etc, es un concepto que se promovió en los años 80 bajo el título 'enfoque al cliente', total quality management', etc. La única diferencia del modelo de entonces con respecto al 2.0 de ahora es que ahora, 30 años después, hay más herramientas web.
Es cierto que existen sitios como meneame.net (por cierto con un clarividente y explícito Ricardo Galli) , digg, twitter, facebook, flickr, youtube, etc.
Eso son empresas basadas en la relación P2P (persona a persona) pero no tendencias que deban adoptar las empresas u organizaciones (y ni siquera estos sites puede que sobrevivan a la crisis). Vaya, que no están tan claros los beneficios empresariales a corto plazo del 2.0. Ni siquiera está claro que, salvo excepciones, sea un factor diferencial. Es un factor más, sí, pero ni es el único ni el más importante como ya muestra el dibujo.
Por eso cuando la tozuda realidad muestra un futuro relativamente sombrío para el 2.0 hay dos palabras que representan bien su estado. Cancamusa y compadraje.
Según la RAE.Cancamusa: Dicho o hecho con que se pretende desorientar a alguien para que no advierta el engaño de que va a ser objeto.
Compadraje: Unión o concierto de varias personas para alabarse o ayudarse mutuamente.
Cancamusa, por que aludiendo a tendencias de mercado que no se concretan en números o informes contrastables hay algunos gurus del 2.0 que venden sus enormes beneficios. Y tienen razón...... lo mejor que se puede hacer con el 2.0 es vender libros a los managers incautos (como dice Dilbert a los insipiduos) . Y compadraje, por la multitud de eventos donde algunos autoelegidos gurus del 2.0 (o reyes del marketing social) imparten doctrina y se refuerzan entre ellos mientras los clientes escapan para otro lado y sus rentabilidades caen en picado.
Para mi un gurú es alguien que dice lo que hay que hacer después de haber probado su éxito. (O al menos arriesgando su dinero).Pero no quiero decir que el enfoque 2.0 participativo sea sólo 'vaporware', no, simplemente que hay una inflación del mismo, y que sus máximos representantes son en muchos casos personas cuya supuesta experiencia está basada en el compadraje, pero no en la aplicación práctica del concepto. Además los primero es escuchar al cliente y ser consistente en esa escucha.
Hasta que punto afecta a la política 2.0, pues poco, ya que la política 2.0 es un principio para incorporar a los ciudadanos de forma activa al gobierno social, y hoy por hoy no se sabe donde acaba este camino o que ventajas e inconvenientes nos traerá.
Lo que si se vislumbra es que será un camino sin vuelta